de parecidos .-

Esta Bitácora sigue de viaje y entre tantos lugares llegué a un hallazgo importante, acá están los dobles de muchas personas del otro lado del mundo. Mi teoría es que en medio del océano atlántico hay un espejo gigantezco que refleja acá o allá dependiendo de como se vea a ciertas personas.
Me encontré la cara de aquel profesor bajito de la secundaria, el Profe Pedro, vi también a Ana la esposa de mi primo Lupe, a Lalo el de mi tía Güera lo encontré en un cybercafé. Creí ver al doble de Ernesto Zedillo pero no, ese si era el original. Me topé en el metro a Ramiro el de los tacos y en una calle en París vi a Mingo; casi tropiezo en un museo con el Toro y más tarde ese mismo día vi al Chelis el viejo portero de mi preparatoria.

A ti te encontré en todas las cosas que me gustan. Todas tienen tu cara.

de aprendizajes .-

Ahora que he estado de viaje he aprendido muchas cosas.En cada lugar se aprende algo nuevo y creo que esa es la magia de estar viajando, eso es lo que enriquece.
Me di cuenta que soy prejuicioso y hasta medio racista, en el vuelo a Barcelona me toco de companero de viaje un tipo de aspecto Irani, Iraqui o algo de por ahi. Solo esperaba que en cualquier momento se levantara para accionar la bomba que tenia sigilosamente guardada en su elegante bolso Louis Voitton. Tambien me recordaba al tipo este de los Simpson, el de la tienda de conveniencia. Apu creo es su nombre.

Aprendi que es facil identificar un mexicano en Paris, es el unico que trae una playera del america y si eso no fuera suficiente para comprobar su chilanga naturaleza, es el unico gritando como lobo en celo y chiflando en un show de cabaret, estos donde salen las mujeres con escasas prendas.

Aprendi que es dificil compartir un cuarto de hostal con desconocidos y aprendi que es aburridisimo que uno de estos companeros hable mientras duerme, el problema es que este tipo tambien es Irani o Iraqui o de por alla, entonces no le podia entender ni madres de lo que en suenos decia. Hueva. Tambien me recordo al chico de los Simpson.

Aprendi que la capacidad de asombro nunca se pierde y si no me creen deberian de darse una vuelta por Amsterdam. No mamar. pero para este lugar ocupare un post especial.

Aprendi tambien que la distancia no es el olvido y que extranar a veces duele.

de vacaciones.-

Me largo! finalmente podré hacer mis vacaciones esas que soñé desde chiquito razón por la cual esta Bitácora se verá interrumpida en el siguiente mes; esto no quiere decir que no habrá novedades pero no hay compromiso alguno de publicar los jueves (compromiso que yo mismo me puse y ahora me siento atado a él).

Ahora con las maletas y los preparativos olvidé preparar algo decente para publicar aquí. Así que no esperen reir en ningún momento, probablemente nunca antes lo hicieron pero bueno, ahora anticipo que no habrá risas ni siquiera sonrisas.

Con respecto al concurso de hace 2 semanas, por regulaciones de la Secretaría de Gobernación no se puede entregar el premio aún, no culpen a este espacio, culpen a la burocracia. Entonces, premiación hasta nuevo aviso.

Me saludan a la suya.

de despedidas.-

Y así es como esto acaba, me voy de Monterrey y dejo tantas cosas, debo decirle adiós a tantos recuerdos; dejo acá una etapa de mi vida que fue por demás importante. Y es que fueron tantas cosas.
Digo adiós a esas botellas de bacardí que tanto daño me hicieron, adiós a las Tecates, las Indios, las Dos Equis. Adiós tacos del Meme, del rincón sonorense.
Adiós a los anocheceres que tantas veces se convirtieron en amaneceres. Adiós a los que fueron mis amigos y nunca volví a ver, a los que fueron mis enemigos y nunca más me quisieron ver. Adiós a las que me rompieron el corazón y a los corazones que quizá alguna vez rompí.
Adiós al cerro de la Silla que nunca subí, adiós cabritos que me comí. Adiós a los chilaquiles del borrego, adiós a mis maestros barcos y adiós también a aquellos que fueron unos hijos de puta. Adiós a las lagrimas que acá dejé, las carcajadas me las llevo.
Adiós a la publicidad que me dio tanto, adiós a las palabras de apoyo que siempre llegaban cuando las necesité.
Todo buen principio tiene un fin y viceversa. Y es así como esto acaba.