Wednesday, December 20, 2006

de inocencia .-

Cuando era niño pasábamos la navidad en casa de mi tía Güera en Aguascalientes cada año, aquella vez a finales de los 80's no fue la excepción y todos nos dimos cita en casa de la querida Tía. Cena, intercambios, abrazos, risas y los niños a dormir. En aquel tiempo no conocía el insomnio y soñar era una buena manera de pasar rápido el tiempo para que llegara la mañana del 25 y poder entonces bajar corriendo las escaleras para ver que me había traido el Niño Dios, soy del centro y allá no llega Santa Claus.
No eran ni las 7 de la mañana cuando todos bajamos a ver que sorpresas había bajo el pino y sorpresa fue la que me llevé ya que mis papás en medio de las prisas olvidaron mis regalos. Audaz como siempre ha sido mi padre, improvisó una carta para mí, escrita con plumón dorado en una bonita letra manuscrita en la cual el Niño Dios se disculpaba conmigo por no haber dejado el regalo ahí, pero iba tan cargado, explicaba, que me lo había dejado en el closet del cuarto de visitas de mi casa; las indicaciones decían que buscara debajo de todos los cobertores San Marcos y ahí encontraría mis anhelados Transformers. Yo me sentía privilegiado ya que muchas veces le había hecho cartas al Niño Dios, pero él nunca me había hecho una a mi.

La Bitácora del Insomnio te desea una feliz navidad.
Nos vemos en el 2007.

Thursday, December 14, 2006

de qué escribo?

Estuve pensando desde hace un par de días sobre el tema de esta entrega y no logré decidirme. Y es que esto de publicar cada jueves ya se volvió una obligación personal y de vez en cuando yo solito me presiono por ahí desde el martes pero luego recupero la calma cuando recuerdo las sabias palabras del chilanguísimo Gabriel "tu escribe lo que te de tu chingada gana" ¿y porqué no?. Tenía unos cuantos temas para desarrollar, primero quise analizar Los Aviones de Calamaro y en esas estaba cuando me empecé a cuestionar sobre los autores de las letras del mentao' reggeatón, no imagino al tal Daddy Yankee en un momento de inspiración sin precedentes lápiz en mano comenzando a escribir "a ella le gusta la gasolina, dale más gasolina" o al fulanito que encabeza Calle 13 en un trance como aquellos que le daban a Morrison escribiendo "súbete la minifalda, hasta la espalda", pero no, este tampoco me pareció el tema indicado así que lo quise cambiar para describir a un malhablado compañero de trabajo que tenía mi papá cuando vivíamos en el rancho y de cuando en cuando llegaba agitado a la hora del desayuno gritando "Beto, Beto! la putadera de la pendejada ya se chingó". En fin, por ahí anduve tratando de definir algo y acabé haciendo esta entrega que en términos arjonescos sería aquella que dice todo, pero no dice nada.

Thursday, December 07, 2006

de soluciones .-

Hace unos días nos reunimos en casa de un buen amigo a tomar unos tragos, todo marchaba de maravilla hasta que me percaté de un inconveniente: no había suficientes ceniceros y esto era incómodo para todos los presentes. Pensé que lo más práctico sería contratar un enanito para este tipo de eventos; la mecánica sería sencilla ya que solo bastaría con ponerle un sombrero estilo "Huarachín y Huarachón" de esos de palma grandotes que se usan cuando juega la selección o el 15 de septiembre, en la parte más alta habría que fijarle el cenicero, la falda del sombrero se podría utilizar para poner chetos, ruffles y churrumaiz; hecho esto solo bastaría con decir "Enrique, por acá", "Enrique, más chetos" así podríamos tirar la ceniza y comer botana sin movernos de nuestro lugar.
Un enano es sufuciente para unas 20 personas y se puede acondicionar además con una botella de pisto en una mano y una bandeja con hielos en la otra.